Gastronomía

La ‘mamona’, el más popular de los platos típicos del Meta.

La carne a la llanera o mamona pertenece a la categoría de carnes blancas. La palabra “mamona” designa tanto las crías jóvenes machos como hembras. Si se trata de crías que no han pastado y han sido alimentadas exclusivamente con leche, se les designa con el nombre de ternera recental o de leche, o mamona, para el caso de nuestro llano. A la carne de ternera de 6 a 12 meses de edad se le considera de calidad extra, pues es muy tierna y jugosa.

El secreto del sabor está en la destreza empleada en la forma de cortarla, el toque de sazón y la forma de asarla, empalando las 14 presas o cortes de carne en unas varas largas y colocándolas alrededor de la hoguera, a fuego lento. Se condimenta básicamente con sal, y mientras es asada, se le salpica cerveza por encima. En algunas partes la carne se adoba con cebolla, ajo y sal nada más.

Se acompaña con papa salada, yuca cocida, plátano verde cocinado, topocho, aguacate machacado y ají. La forma típica de servirla es sobre hojas de plátano en cantidades suficientes para que los comensales consuman lo que deseen.

Como anécdota sanmartinera se dice: la persona encargada de asar una mamona, no deberá la noche anterior pecar o subir al zarzo, bajar al conuco o comer bocadillo de pelo, porque si esto sucediere la carne se le sorocha o arrebata.