Cuál es el lugar más bello del Meta
sábado, 10 de julio de 2010
Columna de opinión
Villavicencio, una ciudad en constante transformación.
De acuerdo con estadísticas recientes, Villavicencio es la capital colombiana con los mayores índices de crecimiento económico y habitacional del país. Durante los últimos veinte años, la ciudad ha evidenciado un progreso impresionante gracias a la dinamización de sus mercados y al sinnúmero de personas que encontraron aquí su hogar. El trabajo mancomunado de residentes procedentes de diferentes regiones de Colombia ha contribuido enormemente con el desarrollo masivo de las vías, infraestructura, educación, turismo, comercio e industria entre otros.
Villavicencio, con sus conductas pluriculturales, ingresó en un periodo de transformación que ha permitido al país percibir a la ciudad como una metrópoli dentro de la llanura. Una puerta que muchos ya consideran tan grande como el llano mismo. La llegada de visitantes ha expandido la superficie de tradiciones y costumbres, y lo que anteriormente era lejano, hoy está tan cerca que a veces se desconoce que es propio y que es extraño. El mar verde de la región es cada vez más profundo y la ciudad emerge imponente distanciándose de lo rural y confirmándose completamente como potente centro urbano.
Lo regional ha sido capaz de incorporar valores de otras razas y ajustarlas dentro de sus propios elementos, sin ceder lo suyo. El conjunto urbano en Villavicencio es un condensado de tradición histórica, que se diluye entre el alboroto de grandes y modernas avenidas y esplendores cosmopolitas que han arribado para quedarse por siempre.
La vida socio cultural también siente esa transformación de la que ahora somos testigos. Una transformación que se refleja en la nueva generación que crece paralela con el legado de nuestros ancestros.
El Arpa, el cuatro y las maracas, exclusivas notas del pasado, ven como otros ritmos irrumpen cada vez más en la ciudad y hoy son del dominio de la radio, las discotecas y todo tipo de eventos sociales.
Nostálgicos sombreros y afligidas cotizas observan con asombro el arribo de colores y formas antiguamente inciertas. La realidad superó a la ficción y el inmenso llano a veces se ve pequeño ante la grandeza de la invasión y el dominio de su hijo mayor.
Con el paso del tiempo, son más los grupos de hip hop, rap, break dance, rock, reggaetón y otros movimientos artísticos que nacen y se forman en la capital metense. Fiel demostración de la envolvente revolución musical que seduce a nuestros jóvenes y los distancia de lo auténtico y tradicional.
Villavicencio es una de las ciudades con mayor cantidad de personas provenientes de otras zonas del país. Esto se palpa dócilmente en la pluralidad de tendencias sociales, culturales y políticas. La riqueza de la ‘Puerta del Llano’ también está en su gente, sus habitantes.
El turismo se convierte en el más importante reactivador de la economía local. La floreciente ciudad, el clima, lo bello de sus paisajes, su folclor, sus sitios de recreación y esparcimiento, los grandes eventos como la feria de Catama, el Torneo del Joropo y el Mundial de Coleo, hacen de la capital del Meta el destino obligado de los colombianos.
Villavicencio, orgullo del Meta en sus 50 años, es hoy por hoy una talanquera abierta al progreso que se enmarca en el potencial turístico, la infraestructura, la economía, el desarrollo y la pujanza de la raza llanera.
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